Queridos amigos:
Con el fin de año acaba en Kenia el curso escolar y llegan las notas definitivas. Es un momento importante para todos y, afortunadamente, está lleno de satisfacciones para nosotros, porque la mayoría de nuestros niños obtiene buenas calificaciones, algunos excelentes, y son muy pocos los que no van progresando de año en año. Este mes vemos que el esfuerzo que realizamos para darles una formación complementaria vale todo lo que nos cuesta y más. Y más, porque pocas inversiones nos parecen tan rentables como las que hacemos en la educación de estos chicos y chicas. Ellos también lo saben.
Con el fin de año acaba en Kenia el curso escolar y llegan las notas definitivas. Es un momento importante para todos y, afortunadamente, está lleno de satisfacciones para nosotros, porque la mayoría de nuestros niños obtiene buenas calificaciones, algunos excelentes, y son muy pocos los que no van progresando de año en año. Este mes vemos que el esfuerzo que realizamos para darles una formación complementaria vale todo lo que nos cuesta y más. Y más, porque pocas inversiones nos parecen tan rentables como las que hacemos en la educación de estos chicos y chicas. Ellos también lo saben.
Esta es la buena noticia que os puedo dar hoy. Ya los vemos sanos, prácticamente hemos erradicado la malaria, antes endémica, son felices y nos están acostumbrando a verlos entre los primeros de sus clases, haciéndonos sentir que merecen hasta el último céntimo que gastamos en ellos. A pesar del deterioro de las condiciones que nos rodean, pues la crisis también ha llegado a Kenia, vamos cumpliendo con nuestro programa. Ellos siguen trabajando, se toman muy en serio sus estudios y viven con esperanza el futuro porque saben que depende en gran medida de su esfuerzo. Precisamente su futuro es lo que debemos salvar más allá de cualquier contingencia.
Me gustaría terminar aquí, diciendo que todo va bien, pero una vez más os he de recordar la creciente miseria de buena parte de la población y la situación desesperada de muchos de los que nos rodean. Necesitamos ampliar las ayudas en alimentos, pero seguimos con déficit en este capítulo y no podemos hipotecar nuestro proyecto. Así es que, una vez más, lo tengo que dejar en vuestras manos.
Para terminar, ahora sí, os quiero agradecer la generosa acogida que tantos habéis dispensado a nuestra anterior llamada. También debo, como siempre, daros las gracias, las más sentidas gracias, a todos los que con vuestro esfuerzo constante hacéis posible la existencia de nuestra Casa. Un abrazo y muchos besos de todos para todos. Felices fiestas
Un abrazo
Rafael