4/19/10

Carta desde Lamu a nuestros socios,padrinos y a todos cuantos nos ayudan



Queridos amigos:
Sirva esta carta para informaros brevemente, a vosotros que lo hacéis posible, de la marcha de Anidan en Lamu. Lo primero que debo decir es que seguimos trabajando a tope para llegar a quienes más nos necesitan, a pesar de la crisis y las dificultades que nos estamos encontrando, con algunos amigos que se ven obligados a suspender su ayuda y con la miseria creciente en nuestra región, producto de sequía, subidas drásticas de los alimentos, o la crisis postelectoral pasada y financiera actual. El hambre se extiende en el cuerno africano y siguen llegando pueblos, pastores en su mayoría, que lo han perdido todo.
En la shamba, el terreno en el que tenemos los dormitorios, el comedor y el hospital, ya se levanta un nuevo edificio. Es el tercero que se dedica a dormitorio y ya está ocupado. Lo hemos destinado a las niñas, que tienen ahora dos edificios, pues ellas lo necesitan más, son más vulnerables, están más  expuesta y acceden en menos ocasiones a una formación.
Nuestra casa, como todas, es un refugio, pero aquí esa palabra adquiere todo su significado. Yo siempre veo este lugar como su último refugio, al que llega una adolescente huyendo de un matrimonio forzado, una niña que han casado a la fuerza con un desconocido y su “marido” la maltrata y  viola sistemáticamente, dos hermanos que eran prostituidos por sus padres alcohólicos, un niño retrasado que quieren curar a base de palizas y muchos más con historias terribles en sus cortas vidas. Todos ellos con hambre, refugiados o abandonados, huérfanos o perseguidos por las propias familias.
Y nuestro mayor premio es precisamente verlos felices, sin miedo, con ilusiones. Como niños normales que en nuestras manos dejan de ser víctimas de la miseria, la marginalidad y la ignorancia, para recuperar salud, autoestima y sueños.
De salud nuestros niños van bien, muy bien. La mayoría de ellos llevan ya tiempo en la Casa y la “dieta milagrosa” que les damos, tres comidas sencillas y sanas al día, los mantiene fuertes y con el aspecto saludable que llama la atención de quienes nos visitan.  Además, nuestros dormitorios están lejos de los focos de infección que son los poblados, con sus basuras y sus epidemias. De todos modos la malaria y otras enfermedades graves son endémicas aquí y hemos tenido algún caso, pero han sido muy pocos y los hemos tratado con éxito en el hospital de Anidan. También hemos tenido catarros porque cuando llueve, y lo hace torrencialmente, se empapan y no sienten la necesidad de cambiarse o no tienen la posibilidad de hacerlo y se constipan. Y fracturas y otras incidencias, pero nada grave. Y es todo un éxito poder decirlo así, creedme. El deporte sigue siendo también parte importante en este capítulo y en el educativo.
A la enseñanza, como todos sabéis, le dedicamos nuestros mayores esfuerzos. Nuestra Casa tiene mucho de escuela. En la terraza del dormitorio de los chicos tenemos la zona de guardería y preescolar. Allí han pasado el año, acogidos y aprendiendo sus primeras canciones, letras y números, 62 niños y niñas de entre dos y siete años, divididos en cuatro grupos.
En la terraza del dormitorio de los niños tenemos las aulas para las clases de apoyo. Después de comer las ocupan los estudiantes de primero, segundo y tercero de primaria  y más tarde las usa el resto de los estudiantes de primaria y todos los de secundaria. También tenemos el aula informática, que nos regalaron unos buenos amigos.
Este refuerzo es fundamental para evitar un fracaso escolar generalizado, especialmente entre niños que viven marginalidad y hambre, como lo hacían los nuestros. Nuestros niños proceden de un medio social que desconfía de la cultura, pero todos ellos y ellas, hasta 250, están estudiando. Los pequeños en la guardería, los medianos en primaria y, este año, 35 alumnos en secundaria y 7 más haciendo algún tipo de estudio posterior.
Nos sentimos muy orgullosos de estas cifras. Para estudiar secundaria en Kenia hay que vencer mucho fracaso y mucho abandono, además no es barato para ellos. Nosotros, gracias a nuestro empeño y a la ayuda en becas , de socios y padrinos que recibimos, hemos podido darles esa oportunidad, que ellos la han querido y sabido aprovechar. Es emocionante ver cómo defienden su derecho a una formación frente a la sociedad o a sus propias familias y cómo se esfuerzan por superar las lagunas que un medio casi analfabeto y una deficiente escolarización les han dejado. Porque saben, como nosotros, que el estudio es el único medio que tienen para salir de la miseria de la que proceden.
También vamos a ampliar el hospital. Con la imprescindible ayuda de la Fundación Pablo Horstmann, lo vamos a dotar de nuevas salas y dependencias. Pero este es un tema que bien merece otra carta como ésta. 
Recibid un abrazo muy fuerte desde Lamu

2 comments:

LauSaMa said...

Me alegro mucho, Rafael. Ojalá pudiera ayudar algo más, espero que el aporte extra que hice estas navidades pueda haber servido para algun juguete para los niños. Gracias por ayudarles tanto. Un saludo desde Madrid.

salvador said...

solo quiero decir gracias a rafa por haberte conocido soy salvador de panamar y he estoado tres dias contigo en jerez y mi vida a cambiado totalmente porque no me imagine nunca que alguien podia hacer lo que tu haces y con esto quiero decirle a todo el mundo que intente ayudar con lo que puedan porque esos niños y gente como rafa lo necesan y os aseguro que merece la pena y que yo voy a ser el primero que mañana mismo voy a apadrinar a uno . gracias rafa me ha encantado conocerte y si puedo algun dia me gustaria visitarte... espero que recibaos muchoss muchos socios un abrazoooo muy muy grande